Recuperar el “cambio” como propósito
El periodismo, como bien sabemos –en su mejor versión– puede provocar cambios, generar vínculos, activar movimientos e inspirar acciones, a través de la reformulación de narrativas, el diálogo con organizaciones de base, la exigencia de rendición de cuentas, los impulsos hacia reformas de políticas públicas, entre otros. Todos estos son ejemplos de impactos que desembocan en alguna forma de cambio.
En el corazón del Periodismo Centrado en el Cambio está la decisión de asumir el cambio como una intención deliberada: el cambio deja de ser un subproducto de nuestro trabajo para convertirse en su propósito.
Me hice periodista porque quiero contribuir a hacer del mundo un lugar mejor. Si a la gente le molesta eso, está perfectamente bien, pero en realidad el problema está en ellos, no en mí, porque probablemente esa también fue la razón por la que se hicieron periodistas, pero nunca pudieron hacerlo dentro del sistema. – Shirish Kulkarni, periodista galés y organizador comunitario
Muchos de nosotros llegamos al periodismo con el deseo de mejorar las cosas. Con el tiempo, ese lenguaje fue reemplazado por una palabra más suave: impacto. Presentado como un objetivo más seguro y financiable, el “impacto” se convirtió en un sustituto del cambio – una palabra de moda que, aunque sea útil, sirve también para esquivar acusaciones mal fundamentadas de sesgo o activismo. (Más sobre esto en el capítulo Reevaluando la ética del periodismo.)